Origen e Historia

En principio se denominó Raza de Alfort, por haberse creado en la Facultad de Veterinaria de esta población, después Dishley-merino, por la combinación de las razas que la dieron lugar, para terminar denominándose con el nombre que hoy la conocemos. En palabras de su creador, se trataba de obtener una raza que tuviera «la canal de un Dishley con el vellón de un merino»

Estos trabajos comienzan en 1833 y, con el nombre de Dishley-Merino se presenta en el Concurso General Agrícola de Paris en 1875. En 1922 se crea su Libro Genealógico.

Se trata de la más perfecta conjunción de aptitudes productivas, carne y lana, obtenida por cruzamiento entre las dos razas de más alta especialización en ambas producciones.

Aunque hay datos de importación de algunos animales en 1956 y 1963 podemos considera que su introducción en España se produce en 1972 con la formación de un rebaño de 450 madres, a los que se suman inmediatamente otros. Inmediatamente adquiera un gran desarrollo siendo ampliamente utilizada, tanto en las razas de carne como en las razas lecheras por el impacto que produce en el crecimiento, la conformación y la calidad de las canales.

Siendo una raza, pesada, voluminosa, precoz, sus sistemas de explotación, en nuestro país, tienden a reflejar las características de cría de razas altamente especializadas en la producción de carne, son, por tanto, explotaciones eminentemente intensivas para poder atender las altas necesidades derivadas de sus potenciales de crecimiento.

Aunque el merino, concretamente el de Rambuillet, interviene en su formación, por sus características etnológicas, se parece más a los ovinos ingleses de carne.

Aunque, en los últimos años se encuentra en un momento de recesión, es muy demandada para el cruce industrial debiendo ser utilizada casi exclusivamente con este fin.

Características

Es una raza hipermétrica con pesos que oscilan entre los 70 y 85 Kg, en las hembras adultas y los 115-140 Kg. para los machos.

Su lana es entrefina , de entre 24-27 micras, en mechas rectangulares, con pesos de vellón de 5-7 Kg. en los machos y 4Kg. en las hembras.

Aunque se la denomina de ciclo ovárico continuo, acusa cierta estacionalidad, teniendo una gran incidencia las condiciones de manejo y alimentación, tanto en el nivel de fertilidad como en el de prolificidad que puede llegar al 160%, gran instinto maternal y buena capacidad lechera.